La esencia del Ayurveda sitúa al GI (sistema gastrointestinal) "Agni, el fuego sagrado" en el corazón de la buena salud. El sistema digestivo es responsable de las patologías si las funciones de digestión, absorción y neutralización de los patógenos externos no están debidamente aseguradas. El tracto digestivo es un eje entre el exterior y el interior, es responsable de nuestra salud.
Ahora sabemos que muchas patologías pueden originarse y expresarse en el tracto digestivo (hinchazón, dolor, trastornos de tránsito, quemaduras... pero también inflamaciones, alergias, trastornos del sueño, trastornos del estado de ánimo...).
Para explorar las causas y los diversos aspectos de la enfermedad, la fatiga, el estrés, etc., el practicante primero toma el pulso de la persona. También examina las características físicas del paciente, la naturaleza de su piel, cabello, apetito, el estado de sus ojos, uñas, lengua, orina y heces.
El estudio cuidadoso de todos estos signos le indica al Terapeuta la naturaleza del problema que afecta a la persona. Puede entonces ayudar a corregir este desequilibrio, previniendo la aparición de la enfermedad al proponer una dieta personalizada que mejorará el sistema digestivo y eliminará las toxinas a través de una serie de tratamientos para restaurar la salud, la fuerza y la vitalidad.
Para la medicina ayurvédica, la enfermedad es el resultado de un desequilibrio entre los doshas (humores biológicos). El exceso o la deficiencia de uno u otro causará perturbaciones metabólicas. Entonces la enfermedad hará su aparición.
En el tejido muscular por ejemplo, demasiado Vata causará demacración del músculo, demasiado Pitta causará infección, mientras que demasiado Kapha hará que se hinche. Por lo tanto, hay que buscar las causas de una enfermedad para lo que, en el estilo de vida o en los hábitos y el entorno de la persona, ha causado este desequilibrio entre los doshas.
Este aspecto preventivo es crucial en el Ayurveda. Se trata de despertar la inteligencia innata del cuerpo y la mente, para restaurar su capacidad natural de prevenir la enfermedad y mantener la alegría y la serenidad. El objetivo es crear un entorno libre de enfermedades, fortalecer las defensas naturales del cuerpo y estimular los procesos de eliminación de toxinas e impurezas para preservar la salud.
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